Ha llegado la primavera. Por fin. Lo celebro con este trocito de cuadro. Lo ví en Berlín, en una de sus pinacotecas. Ni conocía al autor, ni la obra. Lo que más me interesó fue este trocito. Ahora lo he buscado para publicarlo. Se trata de Simon Marmion. Pintor y miniaturista nacido en Francia en el siglo XV. El trocito pertenece a un retablo que recoge escenas de la vida de San Bertín. El primer plano del cuadro está lleno de monjes y esa estructura de "casa de muñecas" que figura el monasterio donde entró San Bertín. En la esquina superior derecha aparece este paisaje. Es una escapada visual a esa pesada estructura eclesial. Me gustaría pensar que el pintor se permite en ese pequeño espacio la libertad expresiva para sugerirnos su propia historia fuera del discurso cerrado de la propaganda religiosa. Sin embargo, me temo, que también nos está narrado un episodio de la vida del santo, por lo visto partió con dos colegas a la evangelización de un territorio del norte de Francia. En esa barquita van tres personajes.
Olvídemonos de ello. Una isla, un castillo, una barca y tres personajes ¿qué les espera?
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